Los alimentos crudos para animales domésticos, como el perro, tienen en su constitución bacterias peligrosas. A diferencia de los piensos, las carnes crudas no se le aplican los procesos necesarios para eliminar a los patógenos.
Seguramente has escuchado hablar de la dieta BARF (biologically appropriate raw food – alimentos crudos biológicamente apropiados). Con esta se alimenta al can con alimentos crudos biológicamente adecuados para él a base de proteína de origen animal cruda, huesos carnosos y cierto porcentaje de verduras y frutas, además de vísceras.
¿Qué peligros tiene comer carne cruda para los perros?
- Parásitos: aunque los alimentos que consumimos suelen estar libres de parásitos siempre puede existir un riesgo de que esta carne esté contaminada y pueda afectar a nuestra mascota, dígase con Salmonella y Campylobacter. Estas dos especies zoonóticas de bacterias son capaces de pasar de los animales a las personas y causar infecciones.
- Atragantamiento y obstrucciones: sobre todo por el consumo de huesos. Este riesgo aumenta si nuestro perro tiene ansiedad por la comida.
- Déficits nutricionales: cualquier dieta, por más natural que sea, si no está formulada correctamente puede desembocar en un déficit nutricional en nuestro amigo de cuatro patas. Es recomendable acudir a un especialista e informarse bien antes de elegir esta forma de alimentación.
- Intoxicaciones alimentarias: en muchas ocasiones la carne cruda está contaminada con bacterias (coli) que desaparecen con el cocinado. Es recomendable la congelación de la carne durante un periodo determinado para reducir el riesgo de infección.
- Contaminación cruzada: sin darnos cuenta podemos contaminar la carne durante su preparación y enfermar a nuestro perro e incluso intoxicarlo debido a una higiene deficiente (sobre todo carne de pollo o cerdo).
- Problemas urinarios: tanto la carne cruda como la comida natural preparada (si se cocinan como para humanos) han aumentado los problemas en el aparato urinario de nuestros canes debido al exceso de sodio. Esto provoca que nuestro perro orine con más frecuencia e incluso a largo plazo, pueda presentar problemas de salud como la hipertensión.
- Cuidado con los líquidos: las bacterias en los jugos de la comida cruda pueden salpicar y propagarse a otros alimentos y superficies.
- Si nuestro amigo de cuatro patas está tomando antibióticos y come carne cruda puede aumentar la resistencia bacteriana.
Dieta BARF con menos riesgos
- Ultracongelarse y mantenerse en el congelador hasta su uso, descongelando a no más de 10ºC.
- Mantenerla separada de otros alimentos.
- Usar un equipo de cocina específico o lavarlo bien después de su uso.
Pero lo más seguro es que consultes con el veterinario de tu perro para que llegues a la mejor opción para él.
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